Todo razonamiento consta de un cierto número de oraciones a la que una podemos llamar conclusión y a las demás oraciones premisas.
La lógica formal se ocupa del estudio de las reglas que nos premiten distinguir los razonamientos válidos de los que no lo son. Un razonamiento es válido si la conclusión se sigue lógicamente de las premisas (aunque sean falsas).
(1) Si Zapatero fue un gran gobernante, entonces fue un gran filósofo;
Zapatero fue un gran gobernante;
por consiguiente, Zapatero fue un gran filósofo.
Un razonamiento es un inválido cuando la conclusión no se sigue de las premisas.
(2) Algunos alumnos de la Universidad son catalanes;
algunos bromistas son alumnos de la Universidad;
por consiguiente, algunos bromistas son catalanes.
No hay que confundir la verdad de la conclusión con la validez del razonamiento. La verdad o falsedad de la conclusión depende del contenido, mientras que la validez del razonamiento depende de la estructura abstracta del mismo.
1 comentario:
Me gusta mucho como lo habeis explicado. Tenía algunas dudas sobre este tema y me las habeis resuelto. Gracias.
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