El ser humano es un sujeto, no un objeto, porque es un alguien que actúa y tiene la capacidad de volver sobre sí mismo (conciencia humana).
Esta conciencia humana tiene dos funciones esenciales:
- considerarnos como una realidad propia a nosotros mismos (esto se expresa con los pronombre reflexivos <<yo>>, <<me>> o <<mí>>.
- mantener la continuidad del yo (seguir siendo siempre los mismos que éramos).
Nuestra conciencia nos permite hacernos cargos de nuestra historia, en la que estamos involucrados como seres corporales, las personas no somos simplemente biología, sino que somos biografía, porque nuestro lugar está en la vida histórica.